viernes, 20 de mayo de 2016

"El porqué del por qué"



Cuantas veces nos hemos hecho la pregunta de ¿por qué?, por qué esto, por qué aquello, si nos trasladamos a las sagradas escrituras en el libro del apóstol Juan.:

Juan 18:19-23

19   Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. 
20   Jesús le respondió: Yo manifiestamente he hablado al mundo; yo siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde siempre se reúnen los judíos, y nada he hablado en oculto. 
21   ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que me han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho. 
22   Y cuando Él hubo dicho esto, uno de los alguaciles que estaba allí, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? 
23   Le respondió Jesús: Si he hablado mal, da testimonio del mal; y si bien, ¿por qué me hieres? 

Juan 18:29-40

29   Entonces Pilato salió a ellos, y dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre? 
30   Respondieron y le dijeron: Si Éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. 
31   Entonces Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos es lícito dar muerte a nadie; 
32   para que se cumpliese la palabra de Jesús, que había dicho, indicando de qué muerte había de morir. 
33   Entonces Pilato entró de nuevo al pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? 
34   Jesús le respondió: ¿Dices tú esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? 
35   Pilato respondió: ¿Soy yo judío? Tu nación misma, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? 
36   Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero ahora mi reino no es de aquí. 
37   Pilato entonces le dijo: ¿Acaso, eres tú rey? Jesús respondió: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. 
38   Pilato le dijo: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Ninguna falta hallo en Él. 
39   Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua: ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos? 
40   Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a Éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón. 

Aquí vemos algunos de los momentos que vivió Jesús en el inicio de sus últimos días aqui en este mundo, pero en medio de toda esta narrativa podemos hacer notar el porqué del por qué en todo las cosas que vemos y hacemos hoy en día. Cuando escuchamos hablar de Jesús, siempre escuchamos que en él no se halló mentira, ni engaño alguno que le merecieran el castigo o la maldad expuesta a su vida por medio de los hombres. Si les preguntara a alguien ¿Por qué Jesús fue maltratado, golpeado? ¿por qué la corona de espinas en su cabeza? ¿Cuál fue el mal que cometió Jesús que le mereciera la muerte en la cruz?
Alguien quizás conteste con elocuencia, otros quizás exponga su conocimientos y solo diga "era el plan de Dios", pero viendo lo que dicen las escrituras: "La luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas". 
Conocer la voluntad de Dios para el hombre nos lleva a conocer el sacrificio de Jesús en la cruz y ver con más claridad, que los hombres siempre actuamos sin medida y que no hemos reconocido la misericordia de Dios para con nosotros. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por el." 
No seas sabios en tu propia opinión, cree en el señor y salvador jesuscristo y se salvo, no seas como los hombres que pidieron la crucifixión, en ves de la libertad, no pidas que liberen al ladron Barrabas en tu vida, en tu ciudad, en tu territorio, deja que Jesús sea libre en tu vida, en tu ciudad, en tu territorio, ven a Jesús, acércate a el, él te ama, no dejes en el suelo el precio de sacrificio que Jesús llevó en su propia carne para que hoy seas libre, él pagó con su vida esa liberta y salvación que hoy recibes, recuerda Jesús te AMA.






Dios te bendiga. 
Att.: Edison J. Soriano. 




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