viernes, 8 de abril de 2016

"Sembrado en Buena Tierra"


"Un sembrador salio a sembrar, mientras iba esparciendo la semilla, una parte callo en el camino, llegaron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; pero cuando salio el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. Otra parte cayó entre espinos, que al crecer, la ahogaron. Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado. "El que tenga oídos, que oiga."

Escuchen lo que significa la parábola del sembrado: 1-Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el enemigo y arrebata lo que se sembró en su corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino. 2-El que recibió la semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye e inmediatamente la recibe con alegría; pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella. 3-El que recibió la semilla que cayó entre espinos, es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogaron, de modo que ésta no llega a dar fruto. 4-Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno, es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta el ciento por uno.

En el camino.
 Entre las piedras.
 Entre espinos.

Sembrado en buena tierra.


Si eres sembrador siembra las semillas en buena tierra, y si alguna cae en el camino, no la dejes recógela, si cayó entre las piedras, tómala sabiamente, si entro en terreno espinoso, procura sacarlo con cuidad, y llévala al terreno trabajado y preparado para que den a su tiempo frutos de una buena cosecha.

Recuerda que el Señor Jesús dijo que no vino al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. También dijo que vino a rescatar a los que se habían perdido. Es por ello que debemos sembrar la semilla en buena tierra y de la manera correcta.

Dios te bendiga.
Recuerda, Jesús te ama. 

Att. Edison J. Soriano.

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